jueves, 16 de mayo de 2013


Volvieron los cortes de gas a las empresas, con los primeros fríos

El Comité de Emergencia decidió avanzar en restricciones a la industria para garantizar el suministro a hogares; afectarían a unas 300 compañías.


La llegada de las bajas temperaturas trajo aparejadas restricciones en el suministro de gas para las industrias, un clásico argentino que se vive todos los inviernos desde 2004.
Ayer por la tarde se reunió por primera vez en el año el denominado Comité de Emergencia, que atiende las cuestiones vinculadas con la oferta de gas cuando el insumo no alcanza para todos los consumidores. El pequeño cónclave, que a partir de ahora se llevará a cabo todos los miércoles en el edificio porteño de las transportadoras TGN y TGS, contó con la presencia de directivos del sector privado y funcionarios de Enargas, el ente que regula al sector y conduce Antonio Pronsato. Acordaron avanzar en restricciones al sector productivo para garantizar el suministro a los hogares, siempre que se mantenga el frío que dispara el consumo residencial.
Hoy, las empresas que integran el sector gasífero intentarán reducir el consumo de las industrias en 9 millones de metros cúbicos, un 21% de la demanda habitual de ese sector. Y tratarán de estirar hasta los 10 millones de m3 el corte a las fábricas a partir de mañana. Hacia el fin de semana, consideran que podría mejorar la oferta.


Las candidatas a sufrir los perjuicios más serios son las empresas de mayor tamaño, como las siderúrgicas Acindar, Siderar y Siderca; las petroquímicas Profertil, Dow y Mega, y las automotrices Ford, Volkswagen y General Motors, entre otras. Pero las restricciones afectarán, de todas maneras, a un universo mayor de compañías de mediana y pequeña escala en todo el país. Según estimaciones privadas, por lo menos 300 empresas deberán restringir sus consumos.
Ayer por la tarde, las distribuidoras Metrogas y Gas Natural Fenosa (ex Gas Ban) comenzaron a implementar la decisión del Comité de Emergencia mediante el envío de notas a sus clientes más importantes con la orden de disminuir el consumo, confirmaron en el sector privado. Camuzzi, que presta el mismo servicio en la zona sur de la provincia de Buenos Aires y parte de la Patagonia, haría lo mismo.
En una de esas empresas sostuvieron que el pedido al sector productivo consiste en que disminuya el consumo entre 15 y 20%, sin que eso implique parar sus plantas.
De acuerdo con los miembros del comité, hoy se decidirán mayores restricciones a la industria, aunque no llegarían a los niveles de corte que se registraron en los peores años de la crisis energética.
En una de las principales industrias del país reconocieron a RMN que comenzaron a implementar ayer restricciones en el consumo de su planta industrial a pedido de quienes administran el sistema.
La duración y crudeza de los cortes dependerán, como todos los años, del clima. El pronóstico indica que las bajas temperaturas durarán hasta el fin de semana, por lo que las restricciones en el suministro de gas se extenderían por un período similar. En los días más fríos, el uso de gas por parte de los usuarios residenciales, que ronda el 11% de la demanda, crece exponencialmente. Dado que el producto no alcanza para todos, otros consumidores deben resignar una porción de su consumo para atender a los hogares.
La industria, que de acuerdo con el Enargas se lleva más del 30% de la demanda del producto, es uno de los primeros eslabones en ceder su parte.
En una línea similar se ubica el sector de generación eléctrica (las centrales térmicas usan gas para producir electricidad), que consume un 47% del fluido. Las restricciones en ese sector, si bien son menos visibles, implican una mayor erogación del Estado en subsidios, dado que la falta de gas se suple con combustibles líquidos, mucho más onerosos.
Aunque los cortes crispan el ánimo de los empresarios, uno de ellos reconoció bajo pedido de reserva que las condiciones este año son mejores que las de 2012, por dos motivos: la industria consume menos y el Gobierno sumó oferta mediante la importación de gas.
Una década después del inicio de los cortes de gas durante el invierno, las empresas adquirieron una gimnasia apropiada para las restricciones. Utilizan la época de restricciones para hacer mantenimiento de plantas o usan combustibles alternativos, más caros, si no quieren perder producción. Saben, en última instancia, que la extensión de los cortes y, por lo tanto, de sus quebrantos económicos, depende más del clima que de la planificación energética.

CAMBIO DE PLANES

La escasez de gas obligó a la nacionalizada YPF a suspender las exportaciones de gas a Chile, que había retomado en marzo tras cinco años sin vender el hidrocarburo al país vecino.
La petrolera había alcanzado un acuerdo con la filial chilena de Methanex, una de las plantas productoras de metanol (un combustible) más grandes del planeta, para venderle gas y que ésta le devuelva metanol.
Se trata de un combustible que la empresa utiliza, entre otras cosas, para producir biocombustibles. YPF tiene una planta en Plaza Huincul (Neuquén), pero necesita más producto para complementar su oferta doméstica.
De acuerdo con la información que envió la petrolera que conduce Miguel Galuccio a la SEC (el ente regulador bursátil de Estados Unidos), hasta fines de abril la compañía estaba cumpliendo "holgadamente con sus compromisos". Pero la llegada del frío y los problemas en la oferta local obligaron a suspender las exportaciones a Chile poco después de su reanudación.

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