viernes, 26 de febrero de 2016

Grasas saturadas: cuándo y por qué se convirtieron en el enemigo

Nutrición

Durante mucho tiempo fueron culpadas por casi todos los males de origen nutricional en la salud. ¿Estuvimos equivocados?

La manteca, un alimento con elevado porcentaje de grasas saturadas.


Hasta hace muy poco tiempo, e incluso en la actualidad, cuando se habla de grasas saturadas en nutrición, el mensaje es claro: hay que mantenerse alejado de ellas a toda costa. Nutricionistas y cardiólogos las desaconsejan advirtiendo a sus pacientes sobre la gran amenaza que representan para su sistema cardiovascular. Estos profesionales hacen lo correcto, pues se basan en el paradigma científico reinante. Sin embargo, la ciencia es dinámica y se revisa constantemente. ¿Hemos estado evitando las grasas saturadas sin motivos?
Un poco de historia
El principal impulsor de la tendencia anti-grasa saturada es, muy probablemente el ya fallecido fisiólogo e investigador estadounidense, Ancel Keys. A mediados del siglo XX, este científico publicó un estudio que revolucionaría el mundo: el “estudio de los siete países”,  el cual mostró datos epidemiológicos y nutricionales de EE.UU., Finlandia, Holanda, Italia, Grecia, la ex Yugoslavia y Japón. Durante años Keys y su equipo trabajaron recogiendo y analizando una enorme cantidad de datos usando modelos matemáticos complejos basados en ecuaciones de regresión. Sus conclusiones fueron concretas: a mayor consumo de grasas saturadas y de colesterol, mayor era la cantidad de muertes por enfermedad cardiovascular. 
Cuando Keys comenzó su cruzada contra las grasas saturadas, un nuevo paradigma nació en la nutrición. Las guías alimentarias, la industria, y el mundo de la salud, comenzaron caminos tendientes a disminuir por todos los medios el consumo de grasas saturadas. La decisión fue que lo mejor para suplir ese vacío en la alimentación, tanto energético como cultural, eran los carbohidratos. Mientras el sector agroalimentario relacionado con la producción de granos y la industria azucarera festejaba la decisión, millones de personas lo lamentarían en las décadas venideras.
El enorme aumento en el consumo de carbohidratos refinados nos traería, en parte, fenómenos que venimos apreciando desde hace mucho tiempo: obesidad pandémica, diabetes, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, y paradójicamente, mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, que era aquello que quería prevenirse en primer lugar.
Poniendo blanco sobre negro
A fines de mayo del 2010, se llevó a cabo en Copenhague, Dinamarca, un simposio científico que reunió a algunas de los referentes más importantes del mundo de la nutrición, entre quienes estuvo Walter Willet, epidemiólogo y director del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Harvard. El tema a debatir fue el estado del arte de la evidencia sobre la reducción del consumo de ácidos grasos saturados sobre la incidencia de enfermedad coronaria. Como resultado del simposio, en la que, “oh casualidad”, se hace referencia a la presencia de factores de confusión en aquel “estudio de los siete países” realizado otrora por Keys, que determinaban que sus conclusiones NO habían sido estrictamente correctas. 
Pero, ¿por qué arribó Keys a esas conclusiones?
No vamos a profundizar sobre metodología científica, pero en estudios de este tipo llamados observacionales, uno puede buscar correlaciones entre unos eventos y otros, pero en ninguna medida puede hablarse de causalidad. Keys no solo basó sus conclusiones en un estudio observacional, sino que hizo algo que en ciencia es altamente repudiable: eligió incluir sólo aquellos casos en los que su hipótesis se confirmaba, lo que conceptualmente se llama sesgo de confirmación. De ese modo, incluyó en el estudio a los países en los que la correlación podía observarse, pero decidió ignorar aquellos en los que esto no pasaba.
¿Dónde estamos hoy?
El 12 de junio de 2014, la revista estadounidense Time presentó una edición que revolucionó al mundo de la salud, especialmente el relacionado con la nutrición. La tapa mostró una imagen muy simple: un rulo de manteca sobre un fondo negro. Su título: “coma manteca”; el subtítulo en cuestión: “Los científicos etiquetaron a la grasa como el enemigo. Por qué se han equivocado.”
Como cualquier medio de comunicación, Time buscó generar un gran impacto y efectivamente lo logró. Una serie de publicaciones científicas actuales de buena calidad acumulan evidencia de que no son las grasas saturadas las responsables de todos nuestros males, sino el exceso de carbohidratos refinados.
Entonces, ¿consumir grasas saturadas es bueno? Primera cuestión: usted no come grasas, come alimentos.Si pudiéramos resumir las principales fuentes alimentarias de grasas, caeríamos casi inexorablemente y salvando algunas excepciones, en los siguientes alimentos: aceites, carnes, lácteos, huevos, pescados, frutos secos y semillas. Luego podríamos hablar de subproductos industriales, pero el origen será, casi seguramente, alguno de los alimentos mencionados. No se puede hacer una traducción perfecta entre alimentos y grasas, por lo tanto, no confundamos recomendaciones sobre nutrientes con recomendaciones sobre alimentos. Es interesante, en este sentido, decir que cada uno de estos alimentos presenta una composición heterogénea de ácidos grasos. Vale aclarar que lo que llamamos grasas, son principalmente triglicéridos, que a su vez, están formados por ácidos grasos. Por ejemplo, la grasa láctea, que constituye una de las fuentes paradigmáticas de ácidos grasos saturados, contiene 1/3 de sus ácidos grasos en forma insaturada. O yendo al aceite de oliva, famoso por su gran contenido en ácidos grasos monoinsaturados y propiedades “cardioprotectoras” contiene hasta un 14% de ácidos grasos saturados en promedio. 
Segunda cuestión: cuando usted evita comer algo, probablemente lo reemplace por otro alimento. El paradigma de Keys trajo un miedo compulsivo a ciertos alimentos, como los lácteos enteros y los huevos. A la vez que caía en EEUU el consumo de estos, aumentaba sustancialmente el de cereales de desayuno, harinas refinadas, azúcar y margarina. 
La investigación científica en nutrición es mucho más compleja de lo que se cree. En parte, y simplificándolo un poco, porque cuando se reduce el consumo de un alimento o de un macronutriente, es probable que se aumente el de otro. Entonces, ¿qué provoca el efecto? ¿fue la disminución de aquello, o el aumento de esto? Llegar a conclusiones tajantes es prácticamente una quimera. 
Más allá del título altisonante de “coma manteca” de la revista Time, ninguna institución de corte sanitario-científico propone aumentar el consumo de grasas saturadas. Por el contrario, instituciones como la FESNAD (España) o las Dietary Guidelines 2015-2020 (EEUU) siguen insistiendo en su reemplazo por insaturadas, especialmente poliinsaturadas. El reemplazo por hidratos de carbono de alimentos altamente procesados, como ya lo mencionamos, es una mala decisión.
¿Cómo llevar esto a las decisiones alimentarias del día a día? Acá van algunas sugerencias:
-Si puede hacerlo, priorice el consumo de pescado por sobre otras carnes como las de ave o carnes rojas en general. No le tema a la carne vacuna o a la de ave, pero en pos de optimizar su alimentación, opte más veces por el pescado. 
-Las carnes magras no son la panacea. A veces, la locura en pos de que todas las carnes sean magras, nos lleva a malas decisiones o a compensaciones. En ese sentido, podría decirle, y tome esto como mi posición profesional, que elija una tira de asado al plato antes que un sándwich de cuadril con pan blanco; e incluso una porción de pata-muslo de pollo por sobre empanadas de pollo hechas con pechuga. Los efectos sobre la saciedad son bien diferentes. En resumen, si usted va a reemplazar esa grasa para compensar el consumo de harinas o de algún postre azucarado, sepa que no está tomando una buena decisión.
-¿Enteros o descremados? El criterio es el mismo que el anterior. “Ahorrar calorías” de la grasa para consumirlas en forma de harinas o azúcares es una mala decisión. Sepa, igualmente, que no es lo mismo un yogur entero natural (sin azúcar añadido) que un queso untable procesado.
-Buenos alimentos fuentes de grasa insaturada: elija frutos secos como nueces, almendras, castañas, avellanas. Pescados. Aceite de oliva virgen o extravirgen, fundamentalmente crudo. Palta. Aceitunas. Semillas: chía, lino, calabaza, sésamo, girasol, etc.
Más allá de estas recomendaciones y de las posiciones de organizaciones científicas muy serias, nunca viene mal un poco de sentido común. En este sentido, no le tema a las grasas saturadas, pero tampoco las ponga en un pedestal.

martes, 23 de febrero de 2016

AFIP DETECTÓ 36% DE IRREGULARIDADES EN UN IMPORTANTE POLO GASTRONÓMICO DE ZONA NORTE



La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) relevó comercios del polo gastronómico de Ingeniero Maschwitz donde detectó que el 36% de los locales presentaron irregularidades en su facturación y que el 28% de los trabajadores no estaban debidamente registrados.
 
El operativo fue llevado a cabo por funcionarios de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS) que abarcó a 86 comercios de los cuales 31 presentaron irregularidades.
 
Sobre los comercios en infracción, 23 pueden derivar en clausuras por no emitir tickets o facturas y 8 podrían recibir multas por incumplimientos formales.
 
Las clausuras se pueden extender desde los 3 a 10 días y las multas pueden variar entre $300 a $ 30.000.
 
El operativo incluyó la participación de “agentes fedatarios”, es decir, aquellos que actúan como clientes para constatar la obligación de emitir y entregar facturas por parte de los vendedores.
 
En lo relativo al control de las normas de la Seguridad Social, se visitaron 21 comercios y relevaron a 67 empleados de los cuales el 28% presentó irregularidades en su registración.

viernes, 12 de febrero de 2016

Recomendaciones para prevenir Dengue, Zika y Chikunguya


Información N° 4

La Agencia de Extensión Rural del INTA Islas del Ibicuy, hace Recomendaciones para prevenir Dengue, Zika y Chikunguya. Es conocida la situación sanitaria generada como consecuencia de la propagación de los virus causante de estas enfermedades. Teniendo en cuenta la zona de influencia del proyecto con enfoque territorial del Delta entrerriano, donde la presencia de agua es muy importante, agravada por la situación de inundación, es que ante la posible presencia de mosquitos que puedan transmitir dichas afecciones, se aconseja:



·         Dengue, Zika y Chikunguya: son enfermedades trasmitidas por mosquitos que habitan en las casas, en objetos donde se junta agua.
·         En las huertas familiares y hogares, es necesario eliminar los criaderos de mosquitos:
-      Cambiar el agua de los floreros
-      Tapar los recipientes donde se junta agua
-      Desmalezar patios y jardines
-      Dar vuelta baldes y recipientes
-      Eliminar los objetos que no se usen
-      Limpiar y cambiar todos los días el agua de bebederos de los animales.
·         Se debe evitar la picadura de mosquitos:
-      Aplicar repelente sobre la piel expuesta al aire libre
-      Cubrir con tul cochecitos y cunas de bebes
-      Usar tabletas y espirales en las habitaciones
-      Colocar telas mosquiteras en puertas y ventanas
·         Ante fiebre alta sin resfrió o alguno de estos síntomas:
-      Dolor abdominal
-      Dolor en las articulaciones
-      Dolor de cabeza
-      Sangrado de nariz y encías
-      Dolor muscular
·        O ante cualquier duda: consultar al centro de salud más cercano


En las huertas el riego es fundamental.
Para disminuir riesgos dentro de ellas, no dejar recipientes donde se acumule agua
Más información: benavidez.hugo@inta.gob.ar

jueves, 11 de febrero de 2016

El Gobierno aumentó la jubilación mínima



     El presidente Mauricio Macri anunció hoy un aumento de la jubilación mínima a 4959 pesos a partir de marzo próximo y la actualización automática de los haberes de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo (AUH).
     “Estamos comprometiéndonos en nuestra meta de cuidar a los argentinos, especialmente a los jubilados y aquellos que más lo necesitan. Hay que seguir avanzando en un esquema de modernización, facilitando el acceso a todas las prestaciones y a todo lo que realiza  ANSES”, puntualizó el Presidente
     El Jefe de Estado habló a la prensa en Casa de Gobierno junto al titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Emilio Basavilbaso.
     El aumento será del 15,35 por ciento de las jubilaciones, que pasarán de 4299 a 4959 pesos a partir de marzo y que representa el 81,83 por ciento del salario mínimo vital y móvil.
    Con la aplicación de ese porcentaje, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la asignación familiar para el primer rango de trabajadores activos subirá de 837 a 966 pesos, lo que beneficia a más de 6,6 millones de niños de casi 4 millones de familias.
     Con los nuevos montos, se actualizan más de ocho millones de prestaciones que implican un aumento de la inversión social de 115.227 millones de pesos para 2016 respecto del año anterior.
     “Hoy estamos anunciando los aumentos automáticos, transparentes, a los cuales ya estaban comprometidas las jubilaciones y pensiones, y que ahora van a involucrar también a la Asignación Universal por Hijo y las asignaciones familiares, en línea con todo lo que nos hemos comprometido”, añadió Macri.
      De esta forma, los incrementos de las AUH y las asignaciones familiares dejarán de depender del criterio del Gobierno Nacional y su automaticidad será como la de las jubilaciones y pensiones, que son actualizadas en marzo y setiembre, como marca la ley 26.417.
     “Nos estamos ocupando de las cuestiones de fondo que han generado esto; de revertir una Argentina, una sociedad que sufre el flagelo de la inflación ya hace más de siete u ocho años a niveles inaceptables y que está llegando a un momento en el cual ya el daño que se ha ocasionado es mucho”, enfatizó el Presidente. 
     En ese sentido, remarcó que el Gobierno trabaja “sobre las cuestiones de fondo que significa saber administrar sus recursos, como se hace en una casa, sin gastar más de lo que se gana”.
     A partir de marzo, el haber medio de las jubilaciones pasará de 7052 a 8135 pesos y el máximo de 31.495 a 36.330 pesos.
     Además, se anunció que la ayuda escolar anual (para Trabajadores Activos, AUH, Desempleo) aumentará de 700 a 808 pesos.

lunes, 8 de febrero de 2016

El pan y los cereales, indispensables para prevenir la obesidad infantil según varios estudios


Por los nutrientes y vitaminas que aportan estos alimentos a la dieta necesaria
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más grave del siglo XXI y la principal causa, aparte del sedentarismo, es la carencia de ciertos nutrientes que se consideran básicos en una dieta sana y equilibrada. En España, este grupo de población ha notado, más que ningún otro, las modificaciones que ha sufrido la dieta en los últimos años y, desde la iniciativa ‘Pan Cada Día’, queremos transmitir los mejores hábitos alimentarios así como, los beneficios saludables de la ingesta de pan y cereales en las principales comidas del día. Los últimos datos que aporta la Organización Mundial de la Salud (OMS) referentes a esta cuestión, confirman que más del 44% de los niños de entre 6 y 9 años tienen sobrepeso, es decir, prácticamente uno de cada dos menores españoles en edad escolar pesa más de lo que debería. En general, los niños consumen un exceso de grasa y proteínas y una proporción de hidratos de carbono inferior a la aconsejada. También carecen de las cantidades.
   La edad escolar y la adolescencia son etapas cruciales para establecer hábitos de alimentación y estilos de vida saludables que persistan en etapas posteriores. Con la prevención de hábitos alimentarios desaconsejables se puede evitar un aumento de riesgo cardiovascular, alteraciones en el perfil lípido en sangre e incluso hipertensión arterial propia de niños o adolescentes que tengan sobrepeso.

Beneficios del consumo de pan y cereales para los niños

   El estudio científico ‘Hábitos alimentarios, ingesta de energía y nutrientes y padecimiento de sobrepeso/obesidad en escolares españoles. Diferencias en función de su consumo de pan’,  llevado a cabo por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madridiii, realizó una investigación en la que se ponen de manifiesto los beneficios nutricionales que el pan y los cereales aportan a nuestra dieta y además resalta: “los niños que consumen pan presentan un menor porcentaje de sobrepeso y obesidad, una ingesta más adecuada de nutrientes, tienen dietas más equilibradas, poseen un menor índice de masa corporal y registran mejores indicadores de riesgo cardiovascular”.
   Profesionales de la nutrición como Rosa María García Alcón apuestan por la prevención. ‘Según la última Encuesta Nacional de Saludiv, los datos referidos a la población infantil, de  5 a 14 años, reflejan que el 89,65% de los niños y el 87,71% de las niñas consumen pan y cereales a diario’. “Conocer cuáles son los hábitos alimentarios de los niños y niñas puede contribuir a realizar campañas más concretas y efectivas para prevenir los problemas de obesidad”, señala García Alcón.
   El pan es rico en hidratos de carbono siendo su principal componente el almidón, además aporta una buena cantidad de proteínas de origen vegetal y apenas contiene grasa por lo que es un alimento idóneo para complementar la gran actividad física que desarrollan los niños y adolescentes españoles.
   Un consumo adecuado de pan y cereales se asocia con mejoras nutricionales (situación en hierro, zinc), dentro de los parámetros indicadores de riesgo cardiovascular (Colesterol, triglicéridos, HDL-Colesterol, LDL-Colesterol) y con indicadores de control de la glucemia (glucosa basal e insulina basal).
   Desde la campaña ‘Pan Cada Día’ nos esforzamos por promover hábitos alimentarios y estilos de vida saludables en los que prime la presencia de alimentos básicos para nuestra dieta como el pan y los cereales unido a la práctica de actividad deportiva.